27 de septiembre de 2023

Bola, set y partido

El estadio de Wimbledon
de Daniele del Giudice.

Obra maestra discreta y... d
escatalogada.
Los tiempos posmodernos...
Estoy deseando releerla para extraer más matices.
Literatura sobre literatura de la más exquisita confección.
Un viaje literario inteligente y evocador que demuestra capacidad de percepción y articulación de ideas.
Y hasta aquí las frases para fajas publicitarias.
El narrador-protagonista viaja a Trieste para averiguar por qué Roberto Bazlen (leyenda del mundo literario por su labor lectora y editorial) no publicó nada; en palabras del narrador: "para comprender por qué un escritor no escribió".
La narración es precisa y elocuente y el hecho de seguir a un hombre que se deja llevar por las calles de Trieste, una ciudad con un aura literaria importante, genera una atmósfera bastante evocadora.
El protagonista va entrevistándose con diferentes personas para sacar algo en claro sobre Bazlen.
Difícil seguir sin spoilers...

Daniele del Giudice hace hincapié en la idea de movimiento y viaje introduciendo varios medios de transporte (tren, barco, avión) y un protagonista que camina mucho, aunque lo más importante es su acercamiento al espacio y la perspectiva y los paralelismos que traza con la historia de esta novela y la literatura en sí.

Al principio, el protagonista camina por las vías del tren siguiendo a un militar que le habla de lo que se ve desde ahí de esta manera: "piense que hacemos multitud de cálculos para la perspectiva, para reproducir un error de la vista".

El propio narrador admite que está limitado al "arriba" y "abajo" y en esa referencia a las coordenadas x e y remarca la bidimensionalidad física de un texto (palabras sobre una superficie plana). No obstante, esas dos dimensiones cogen perspectiva (trascienden las dos dimensiones) gracias al lector, que con su imaginación da vida a las palabras del autor.

En una línea similar, habla de los barcos y la orientación. Dice que un guardia marina "ve por colimación". La colimación es lo que homogeneiza los rayos de luz y se usa en telescopios y prismáticos para poder ver bien. Digamos que el escritor es un colimador que organiza la dispersión de la luz, centra el foco.

También menciona la idea de estar en relación con algo. Los barcos se orientan en relación con las estrellas. Bazlen se convirtió en leyenda por su relación con la literatura y otros autores. El escritor hace un libro en relación con Bazlen. Bazlen, una vez fallecido, existe en relación con los recuerdos de la gente que le conoció.

Buscando respuestas, el protagonista entrevista a muchas personas y cada una de ellas tiene una visión de Bazlen, por lo que es imposible elaborar un perfil completamente claro y coherente. El escritor intenta ordenar los diferentes rayos de luz (testimonios) para que veamos bien.

En este sentido, el estadio de Wimbledon (al que llega físicamente el protagonista) hace referencia al partido de tenis que disputan Bazlen y el protagonista (así como el lector y el narrador). Al mismo tiempo, refleja la bidimensionalidad del tenis (dos jugadores en una pista) y cómo coge perspectiva gracias a los espectadores que alberga el estadio, remarcando a su vez las infinitas perspectivas posibles del acontecimiento (el resultado del partido es algo fijo, pero el punto de vista cambia; en términos literarios, lo que hay en el papel es siempre lo mismo, pero cada lector genera algo único en su mente; siguiendo la trama, Bazlen es un individuo con una personalidad determinada, pero cada conocido lo percibe de una manera diferente).

Abstrayéndolo todo un poco más (alejándonos del objeto de análisis) podríamos decir que del Giudice habla de la imposibilidad de dar sentido a algo a través de la suma de percepciones individuales, aunque, paradójicamente, siempre hay cierta componente objetiva.

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