11 de marzo de 2022

Bogey Man

Agujero negro
de Charles Burns.

Viaje oscuro y alucinógeno en el que se disfruta más el apartado visual que el narrativo. Es innegable que los dibujos son excelentes. Charles Burns maneja muy bien las texturas, los contrastes y los claroscuros y además crea una atmósfera muy convincente.

El problema es que el concepto de la infección, más allá de servir para algún destello visual y alguna escena sugerente, apenas se desarrolla. En términos interpretativos, puede ser una analogía de cualquier enfermedad, condición o atributo personal que suponga algún tipo de marginación social, pero apenas se indaga en ello.

Burns pone demasiado énfasis en las relaciones sentimentales y estas acaban convirtiéndose en el único motor de la historia, lo cual resulta decepcionante, ya que se desaprovecha la misteriosa enfermedad y todo el subtexto sexual que conlleva.

En definitiva, acabamos presenciando una serie de vínculos románticos poco desarrollados entre individuos "socialmente inadaptados". Y el final, en lugar de ser un bálsamo para los defectos de la historia, añade una cucharada más de indiferencia e insatisfacción.

2 comentarios:

  1. Creo que me gustó. Sin embargo, mientras lo leía,no paraba de preguntarme por qué había ganado tantos premios este cómic. Hay algunos momentos memorables, como el del tipo que tiene una boca en el cuello.
    Ya que te ha dado por el cómic,te recomiendo, si tienes tiempo, que leas "Portugal" de Cyril Pedrosa. Un saludo

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    1. Hola.

      Sí, tiene sus momentos, pero no me pareció gran cosa al final.

      Me apunto el que comentas. Muchas gracias.

      Un saludo

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