Lectura amena y ligera que destaca por la expresividad de Tîbuleac y por su capacidad para crear un protagonista cuya mala leche resulta simpática. Una historia maternofilial sencilla y emotiva con pinceladas trágicas. Esta novela se la recomendaría al que busque un pasatiempo fácil, correcto y que le haga cosquillitas en el corazón. No tiene grandes defectos, pero creo que aquí había ingredientes para conseguir algo mucho más potente. Podría funcionar perfectamente como cine de autor, un verano a lo Call Me By Your Name pero en Francia y con otras peculiaridades. La verdad es que no estoy seguro de que haga suficientes méritos para llevarse una estrella en el blog, pero voy a ser generoso.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 4 horas
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