Trópico de Cáncer de Henry Miller.
Parafraseando a Henry: esto no es un libro, es un escupitajo
en la cara del arte, una patada en el culo de Dios, del hombre, del destino... Sólo pude llegar hasta la página 60 (y uno se deprime cada vez que pasa esto,
no es broma). El objetivo de Henry es "escribir todo lo que se omite en los
libros". Por eso en todo momento parece que estamos presenciando cómo el autor
mide su musculatura verbal a través de la obscenidad y la radicalidad de sus
ideas. El libro bien podría haber empezado así: "hola, me llamo Henry Miller y
esto es
Jackass". Total que Henry presenta una especie de "notas
fragmentarias" (son sus palabras, algunos ponen (sic) que queda muy chuli) sobre su vida en París donde lo principal es
causar sensación en el lector. Es difícil conectar con los personajes y las
situaciones. Podría ser interesante quizás, no como obra narrativa, sino como
lienzo de vivencias, como documento humano más que literario.
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