6 de octubre de 2014

Mirada a la miríada

Manhattan Transfer de John Dos Passos.

Mosaico de la sociedad estadounidense, con especial énfasis en Nueva York. A Johnny se le va la olla con alguna digresión que otra y a veces introduce cosas que no tienen nada que ver, pero no escribe mal. Buena prosa. Muchos diálogos. Los párrafos que abren cada capítulo son de lo mejor. La idea está bastante bien, va saltando de un personaje a otro intentando retratar el conjunto de la sociedad a través de la suma de individualidades. Esta idea moldea la estructura narrativa, forma y contenido encajan, la fragmentariedad enriquece el texto y expande la perspectiva del lector (varios puntos de vista sobre la sociedad; remarcando la insignificancia individual en relación con algo más grande). El problema es que ese desarrollo fragmentario no permite que el lector establezca conexiones lo suficientemente sólidas con los personajes, los lazos cuelgan, y esto hace que las situaciones pierdan mucho impacto. A partir de la mitad pierde fuerza y el texto no engancha para nada. También creo que falta discutir ideas potentes más allá de la idea general que vertebra al texto y de algún apunte social. Interesante, pero no me parece lo suficientemente profundo ni ameno como para valorarlo positivamente (valoración neutral).

13 comentarios:

  1. Tengo que felicitarte por haber conseguido hacerles entrar en razón a los letraheridos y que no se escandalicen porque un tío joven aficionado a escribir que solo tiene un blog litarario (de momento) pueda decir lo que le parece mal de Dos Passos o de Hemingway o de Bulgakov o de Lowry -por ejemplo-. La gente parece haberse dado ya cuenta que no hace falta obtener el premio nadal de novela para no decir ninguna tonteria escribiendo. Tal vez suceda al contrario, añado yo que estoy hecho un cabroncete.

    De la misma forma que hace falta que yo me haya tenido que acostar antes con Mónica Bellucci para poder afirmar que Rachel Weisz me resulta un poco pavisosa.

    Un consejo, reparen siempre en el talento, en lo que cada uno de ustedes pueda entender como talento, y dejen aparcado el prestigio (la opinión de los demás, al fin y al cabo, por muy expertos que estos sean) en un segundo plano.

    Manhattan Transfer. Yo no la he leído. Pero la leyó mi padre y me dijo, hace años, que era un coñazo. Y de mi padre, al revés que de los magazines culturales de la prensa, sí hay que fiarse. Pagaba por los libros en lugar de pagarle a él las casas editoriales para que los reseñase.

    Un abrazo. Y a seguir en tu línea. No hay otra.

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    1. Descuida, condon, que hemos entrado en razón por los cojones...

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    2. Gracias Julian por el apoyo. Mientras haya ganas, seguiremos así.

      Para el anónimo... tampoco es una cuestión de "entrar en razón", cada uno tiene su punto de vista. Simplemente comparto el mío.

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    3. No, efectivamente, aquí no hay otra (linea).

      ¿Y fijate que a mi lo que gustan son las encrucijadas?

      Me gustan los lugares desde donde surgen de repente varios caminos y uno se decide por uno, y ve que no, y desanda el camino, y vuelve a otro, porque le han dicho que va a gozarla, y ve que sí, pero tampoco es para tanto, y entonces vuelta atrás, hasta que camina por un tercero y encuentra otra encrucijada más y tiene que decirdir entre cinco senderos, y opta por el menos transitado, o por uno muy muy trillado, o por otro que le lleva a terrenos abruptos, o por alguna otra vereda de la que había hablar mucho, y se da cuenta de que esa vereda le ha llevado justo al punto inicial y allí va y transita el cuarto camino que al principio dejó de lado y mientras lo caminaba pensaba que todos ellos valieron la pena pero unos más que otros; y piensa, mientras tanto, que hasta en los caminos hay jerarquías y que en lo concerniente a los caminos, hay unos mejores que otros, y qué le vamos a hacer si son los que han forjado la historia de los caminos, a no ser que solo nos decidamos por una sola via; entonces llegaremos a un solo lugar al que se suele denominar ignorancia, prepotencia o la nada, o ganas de decir, simple y llanamente, como un adolescente, que uno es uno, sobre todo y ante todo, por muy largo que se sea el camino

      Y así

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    4. Pero, cojons, PHSXXI, si Condon es un jodido picaflor. Lo mismo le da por leerse un manual de Tao, que una modernez abrasiva, que a Epicuro, que un ensayo austrohungaro, que un bestseller, que a la chavalería patría, que a los clásicos del XIX fetén. Condón es el putocorrecaminos de la crítica literaria, que le atiza, y se rie, de acuerdo con sus gustos, como no podría ser de otra manera, al coyote del tongo, las modas y "el prestigio" entrecomillado.

      Yo puedo estar de acuerdo o no con sus gustos, pero con lo que estoy completamente de acuerdo es con su actitud (y la forma de plasmarla por escrito)
      ;-)

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    5. No, si yo me refería a linea que le aconsejas (la única. julian bluff dixit) de poner verde a todas aquellas obras canónigas, clásicas, que han abierto caminos, y que por el solo echo de ser célebres, porque sí, pues las pongo verdes porque soy muy guay y me gusta provocar al personal y cuando sea mayor quiero ser un enfant terrible.

      ¿Crítica literaria dices? Pues anda que no tiene que tomar colacao el chiquillo hasta poder hacer crítica literaria. Amigo Julian, el gusto no tiene nada que ver con la crítica.

      Y sobre la forma de plasmar sus gustos (¿ o su crítica?), a mi me resulta pedante al cuadrado, es decir, que pretende ser pedante, aunque lo único que consigue es divertir, por eso me paso por aquí tan a menudo, porque soy de los que entran al trapo, y disfruto con ello, con la provocación, con la polémica.

      Por cierto, se repite más que la cebolla. Utiliza y reutliza en cada post una serie de fórmulas tópicas y típicas con voluntad de autoridad, pero... Lo dicho, el Colacao, y la humildad. Este chico todavía no sabe que solamente somos enanos a lomos de gigantes

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    6. No pongo verdes a todas las obras "canónigas" (muy ricos los canónigos para alternar con la lechuga) por fijación, leo y opino, cada lectura es independiente. Hay obras clásicas que me parecen bastante buenas ("Niebla", "Bel Ami", "El árbol de la ciencia", etc.). Quizás es que mi conexión con el entorno y con la época que me rodea es más fuerte que la tuya, ya que supongo que tienes una edad y conectarás mejor con el pasado (algo que probablemente me suceda a mí dentro de 20 o 30 años). A lo mejor la esencia de esas obras se pierde con el paso del tiempo y no conectan igual con las personas que han crecido en otra época.

      No hay ninguna voluntad de autoridad, es justo lo contrario, parece que todavía no te das cuenta de lo que pasa aquí, tú, gran lector.

      Esta es buena: "Este chico todavía no sabe que solamente somos enanos a lomos de gigantes". Te recomiendo unas cuantas lecturas espirituales (Tao Te King, Lie Zi, Zhuang Zi, Upanishads...) y si las acompañas de un poco de astrología y salpimentas con un ligero esfuerzo de conexión con el entorno natural (desde árboles hasta planetas), verás tu insignificancia, que es la misma que la mía.

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    7. Eso debe ser: que yo soy demasiado joven para entender El Quijote, porque tiene 5 siglos, o La Celestina, que cuenta con algún siglo más

      Muy bueno lo de los canónigos. Con reducción de vinagre de Módena están requetebien. ;)

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    8. Yo personalmente prefiero la lechuga a los canónigos sin ser esto óbice para que no le reconozca valores nutritivos.
      ¿Se ha entendido?

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  2. Pues yo empecé con la trilogía USA, leí The 42nd Parallel y ahí me quedé... que sí, que está bien pero que de esto hace más de un año y no me ha dado por leerme el segundo también te lo digo. La estructura es muy parecida a la que comentas, mucha digresión, mucho personaje, mucho salto... tanto que termina despistando, un personaje puede reaparecer a las cien páginas, etc. Lo terminaré porque me gustó pero no se cuando. Un saludo.

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  3. Totalmente de acuerdo con tus comentarios(*) sobre la novela, de hecho acabo de revisar mi reseña(*) y al igual que tú, señalé la falta de cohesión global, pues los personajes no establecen relaciones suficientemente sólidas (es más, muchas veces ni siquiera las establecen). Otras obras que repiten el mismo esquema matricial/multiprotagonista son Contrapunto de Huxley, y Los monederos falsos de Gide, que para mi gusto están muchísimo mejor construidas.

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    (*) Notese que he evitado emplear la palabra "crítica" para dejar constancia de mi humildad y falta de pretensiones, porque a humilde a mi no me gana nadie, ¡NADIE!

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