1 de septiembre de 2014

La vieja'l visillo

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez.

Le eché un par de huevos y llegué hasta la página 336 de 504. Una vocecita, desde atrás (la parienta), me decía: "ya que estás ahí, acábalo" (la misma vocecita que al cogerlo me advirtió: "te va a parecer un coñazo"). Imposible terminarlo. Y mira que las primeras 100 páginas me parecieron muy buenas. Un estilo muy fluido, con una conexión muy suave entre el hilo principal y las digresiones y una fragancia poética bastante agradable. Algo confuso el tema de los nombres, pero entiendo que el fin es representar esa herencia y esos lazos familiares que intentan sobrevivir al tiempo. Creo que el texto arranca con mucha magia y un halo poético deslumbrante (el aislamiento de Macondo, los gitanos trayendo inventos, la ciencia que no llega al lugar, etc.), pero esa magia se va difuminando poco a poco con el entramado familiar que plantea el autor y la inundación de guerra y política. De repente todo se centra en el ir y venir de los personajes, sus relaciones, sus hijos, el primo, la madre que lo parió... y lo poético/mágico apenas tiene rendijas para dejarse ver entre tanto marujeo. No sé si la idea es que la magia desaparece con la llegada de la guerra y la política, pero eso no justifica el aburrimiento que produce. Es una obra bien escrita, con un manejo excelente de la digresión y de otros recursos narrativos, pero más allá de ese árbol genealógico hecho literatura, no percibo nada más. ¿La soledad? ¿La soledad qué? ¿Dónde?

14 comentarios:

  1. Se dice que Borjes dijo de esta obra: "le sobran cincuenta años". Eso dicen. A mi me gustó mucho.

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    1. No sé si toda la culpa es del tiempo, pero obviamente, es algo que influye.

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  2. A mí también me gustó bastante, pero al mismo tiempo entiendo muchas de las críticas que se le suelen hacer.

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  3. A mí me gustó mucho, es una de esas obras en que creo la calidad conecta con el gran público, pero es cierto que va a menos

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  4. Con esta has alcanzado, Condón, una de las cotas más altas de tu ignorancia y falta de paladar literario.
    Enhorabuena!

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    1. Jajajajajajaja

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    2. Este comentario vale más y está mejor escrito que la totalidad del blog que lo contiene, hecho de reseñas de autores una sola vez leídos (hasta la página 15).

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  5. Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja,aj¡¡....ja, ajj, aj... ay, que me atraganto de la risa...
    Que tío más ceporro!

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  6. Pesao el anónimo este....

    A mí también me gustó mucho pero entiendo a quien no después del despliegue del realismo mágico a modo de presentación de los personajes se estanca un poco, soy del club de los que piensan que el libro va a menos aunque creo que al final hay un repunte. La última frase no he sido jamás capaz de olvidarla. Un abrazo condon.

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    1. Acabo de buscarla. No está mal. A mí el texto no me transmitió algo sólido sobre la soledad, quizás pequeñas pinceladas, pero entiendo que al final seguramente todo camine más hacia esa idea.

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  7. Bueno. Si te dejaste un buen pedazo sin leer ¿cómo vas a encontrar la soledad? Al principio, todo está lleno de gente, luego se va vaciando.

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    1. Muy interesante lo que dices. Esto abre las puertas a que lo retome otra vez e intente acabarlo.

      Gracias

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  8. Lo has clavado. Te lo firmo 100%: esas primeras páginas tienen su no sé qué, pero después aflora la vena colombiana y esto se convierte en una especie de telenovela cansina. Ese comienzo con el aislamiento del pueblo, los gitanos, el padre soñador.. prometía mucho. Lástima.

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