Quiere ser una novela negra más cuidada de lo habitual.
Casi. Las primeras páginas tienen 5 o 6 enunciaciones bastante largas, dícese de la falta de
recursos. Si consigues superar el escollo te das cuenta de que nada sucede en
el texto, todo es narrado, por ejemplo, las características del personaje no se
transmiten a través del acto sino del narrador. Quitando algunas frases largas
que son insoportables, la prosa es correcta, pero lo dicho, no pasan cosas, más
allá de la mente del autor no sucede nada. No hay hechos, hay narraciones de
hechos. El lector es muy consciente del narrador y eso impide que el libro se
convierta en un ente autótrofo (un universo propio), por lo tanto, se hace evidente que estamos ante
un artilugio narrativo. Piglia dice en la contraportada que Saer es uno de los
mejores escritores del planeta y éste a su vez le dedica el libro. Cosas de negocios.
Vicenç Pagès Jordà: Los jugadores de Whist
Hace 6 horas
Que una frase sea larga no es algo malo en sí mismo. Mira Proust
ResponderEliminarQuizás la frase sea ambigua, pero quería decir que son frases-largas-insoportables, no que las frases largas sean algo negativo.
EliminarSaer... escribiendo... es alguien realmente insoportable. Arriesgada la apuesta de Piglia, a quién no he leído, en la medida que su obra va a poder ser asimilada a la de Saer por todos aquellos a los que la de este último nos parece un truño. Igual pasará -claro-con aquellos otros a quienes les resulte magnífica. Pero... no sé por que me da a mí... que el número de estos últimos debe ser menor al de los otros.
ResponderEliminarLo ya dicho, una apuesta arriesgada de Piglia. ;-)
Yo de Piglia intenté leer "Blanco nocturno" que supuestamente es una de sus mejores obras y no pude con ella.
EliminarSi el libro no transmite y no te puedes meter en la historia, por tener tan presente al narrador -a no ser que este forme parte de la trama- mal vamos.
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