Prosa y estilo que no son fuegos artificiales pero que
enganchan. Se narra la infancia/adolescencia del autor. Protagonista rebelde,
tirando a delincuente, peleas, malas notas, etc. Vive con su madre, padre
ausente. La madre conoce a alguien y el chaval pasa mucho tiempo a solas con
ese amago de padrastro. El tío resulta ser un hijoputilla y le trata mal. Creo
que hay un error grave en la trama: cuando la madre quiere irse a vivir con el
novio y le pregunta al hijo sobre él, el chaval, en lugar de decir lo cabrón
que es, se calla. Esto no resulta creíble al lado de todos los actos vandálicos
y la actitud revoltosa del chaval hacia la vida. Esa inverosimilitud determina
la orientación del texto, por lo que se levanta una capa de incredulidad que se
queda pegada al lector hasta el final del libro. Veredicto: entretenido y poco
más.
Alessandro Baricco: Abel
Hace 6 horas
Sobre ese error grave, tal vez sea uno de esos casos donde papá Aristóteles hubiera dicho lo de "se debe preferir lo imposible verosímil a lo posible inverosímil", y que acostumbra a pasar cuando la narración esconde episodios reales de la vida del autor.
ResponderEliminarSe va tirando de episodios autobiográficos con situaciones de ese calibre a modo de terapia y no se es consciente de la reacción que pueden tener los lectores, como ha sido el caso. Lo digo porque yo he pasado por una situación parecida a la del autor y no veo tan extraña su reacción.
En cualquier caso, interesante reflexión que nos llevaría a debatirlo entre cervezas (o zumos de piña, en mi caso) hasta altas horas de la noche.
Un saludo.
Yo soy más de refrescos sin gas :)
EliminarAventurarse a decir que hay un error en la trama es arriesgarse demasiado. Puede ser totalmente coherente que el protagonista, aún siendo un rebelde fuera, con la madre se acojonara a muerte....no sería el primer caso. Saludos
ResponderEliminarEn mi opinión, el autor moldea sus personajes y las relaciones entre ellos de tal forma que esa conducta chirría.
EliminarUn saludo
Una obra maestra, que para el lector es entretenida y poco más, con argumentos tan sesudos como que no es verosímil que un chaval guarde silencio en un momento determinado (que no sólo es verosímil, sino de una convicción aplastante). Hay lectores que no estarán nunca a la altura de ciertas obras, con su pequeño catecismo de "las cosas deben ser así o asá" y su afán de juzgarlo todo por lo que viene en su patético y diminuto libro de instrucciones.
ResponderEliminarMe remito a lo que he contestado al Anónimo anterior. No hay ningún manual, ni libros de instrucciones, ni dogmas. Suelo bañarme desnudo en todos los charcos.
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