6 de septiembre de 2013

Área de la novela = 0

Vida de Pi de Yann Martel.

Dividida en tres partes, si aguantas hasta la tercera eres un machote (machota). La primera describe las andanzas de Pi en el zoológico. Para mí es la parte más interesante del libro por la información que comparte sobre los animales y los zoológicos y porque el tono infantil todavía no molesta. Desmenucemos esta parte. Desde el principio se advierte que el libro es infantil. Frases como: "Asentí con tanta fuerza que me extraña que no se me hubiera partido el cuello y se me hubiera caído la cabeza al suelo", se quejaba de dolor "como una boa constrictor que se acaba de tragar un cortacésped", "tan impensable como si la luna se prendiera fuego", etc. Situaciones como: el chaval tiene un trozo de pan en las manos, se asusta, el pan se le cae y aterriza en una boñiga de vaca, o cuando el chaval invita a un profesor al zoo y éste le pregunta si las rayas de la cebra se pueden borrar, y lo pregunta en serio. También hay cierta dispersión en temas religiosos, hay un trozo en el que te machaca a religiones sin ni siquiera profundizar en ellas. Después de haber leído la segunda parte, te das cuenta de que la primera no tiene nada que ver, es puro relleno, quizás lo del zoológico sirva, pero lo de las religiones resulta muy gratuito, como un intento de expandir la dimensión del texto. Algún cliché también asoma, en un razonamiento no sé quién llega a la conclusión de que lo fundamental en la vida es el amor... barato barato. En la segunda parte Pi y su familia van hacia Canadá en barco con el zoológico a cuestas. Y el barco se rompe y él cae a un bote salvavidas, y aquí empieza el chiste de verdad. Se hunde el barco, mueren un montón de personas, mueren muchos animales, mueren sus padres (o desaparecen, no se sabe), pero él ni se inmuta, no hay emociones, no hay pena, no hay tristeza, es un cyborg, ni siquiera hace un comentario. Luego el bote salvavidas al que cae parece el campo de fútbol de Oliver y Benji, caben el niño, una hiena, un orangután, una cebra y un tigre. Pero espérate que después te dice que el bote mide 8 X 2 X 1 (largo, ancho y alto), visualízalo. Y la mofa no es sólo que no caben ni de coña, es que el chaval tarda 20 páginas en ver al tigre, ¡lo del tigre le pilla por sorpresa! Claro, es que el tigre estaba debajo de una lona, porque allí en la India cuando compras un bote salvavidas te viene con tigre incluido. Tras este banquete de inverosimilitud, el autor empieza a describir el bote dando cifras y medidas que son irrelevantes, como intentando justificar la jugada, como si el lector viera los números y dijera "ahhhmigo, entonces sí". No acaba aquí. Amante de las listas y los inventarios, aparecen 3 o 4 en el libro, por supuesto, todos ellos irrelevantes, resumiendo: ¿al lector qué le importa que en el bote haya "4 bengalas cohetes con paracaídas" o "2 cubos medianos de plástico color naranja"? Lo peor es que se tira 100 páginas describiendo lo que hace Pi en el bote y por si todavía te quedan ganas de seguir leyendo monotonía, te incluye una lista con las cosas que hace cada día en el bote. Un genio. Y más genial todavía si consideramos que ha creado una basura y le han hecho una película.

6 comentarios:

  1. ¿Y la película no la habías visto? Porque arrasó en los Oscars, no? (No es mucho decir pero vaya, me parece que sacar algo intereante del muermo que describes tiene que tener su mérito).

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    1. No, no he visto la película. No sé, lo mismo tiene su gracia. Hay películas que son mejores que los libros.

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  2. "Y más genial todavía si consideramos que ha creado una basura y le han hecho una película"

    Sobre todo y se te ha olvidado lo mejor, le concedieron un Premio Booker a Martel por esa obra.

    Respeto tu crítica sobre el libro, aunque no estoy de acuerdo con ella, porque en primer lugar, me parece que no has terminado de leer el libro; o no lo entendiste, pues como se hace ver al final del mismo. Toda la segunda parte es subjetiva, solo es una historia que se crea el adolescente ante la realidad de su situación,como la mente de una persona, puede cambiar una realidad ante una situación extrema, hasta hacerla irreconocible.

    No digo que sea la novela del siglo, ni del decenio, ni del año, ni de nada, pero creo que no aciertas en muchas cosas pues, si un adolescente narra la historia en primera persona, es lógico que se narre con su forma de ver las vida, una visión infantil de todo.

    En cuanto a sus creencias, costumbres y demás, creo que es necesario para ver los cambios que desarrolla ante el naufragio.

    Coincido contigo en que hay películas mejores que los libros, para mi parecer, no ocurrió en este caso, no obstante la película está entretenida.

    Saludos.

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    1. Lo del premio Booker lo sabía, pero últimamente estoy criticando mucho lo de los premios y prefería ir por otro lado.

      Aciertas porque leí la segunda parte a trompicones y la tercera no la leí. Sé que al final da diferentes historias sobre lo ocurrido y las autoridades cogen la que quieren. ¿Y? Eso podría ser un recurso para remarcar lo increíble de la historia, lo cual no quiere decir que la falta de recursos narrativos y la inverosimilitud no sigan ahí.

      Estás intentando sustituir la inverosimilitud y la falta de rigor narrativo por la subjetividad y creo que te equivocas. Según tú, que una narración sea subjetiva quiere decir que el autor tiene derecho a escribir como quiera, con imágenes malas, siendo inverosímil, repetitivo, dando datos irrelevantes, etc. Entonces bajo el escudo de la subjetividad se puede defender cualquier cosa.

      El autor es el que subordina su forma de narrar de acuerdo a los personajes. Él decide que sea un niño el narrador. Tú dices que la segunda parte es una historia que se crea el adolescente ante la realidad de su situación. Vale, pero es que ese argumento puede servir para defender cualquier obra. Entonces está mal escrita aposta porque el niño no es escritor y da su visión subjetiva, y palante.

      Haz algo muy sencillo, compara este libro con "El principito" y me dices si no es posible que un libro infantil tenga rigor narrativo, profundidad, imágenes potentes... y voy más allá, es un libro que tiene toques fantásticos y no resulta inverosímil.

      Saludos.

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  3. Vida de Pi es una novela magnífica, mucho mejor que la película.

    Pero hay que leerla hasta el final para poder entender qué está pasando (y qué pasa con lo que pasa). Por supuesto, se narra desde la subjetividad porque lo que se narra es mentira... o, como toda narración, es una mentira a través de la cual se llega a una verdad.

    Contiene, además, una reflexión acerca del bien y del mal y sus relaciones(simbolizadas en el niño y el tigre) que justifica esa primera parte donde se habla tanto (y un tanto agotadoramente) de las distintas religiones.

    La única pega es lo que te ha impedido concluirla: hay un delicadísimo equilibrio en la línea de lo verosímil; si consigue suspender el juicio (lo que sucede con la mayor parte de los lectores), funciona, si no lo consigue, la novela se te cae de las manos.
    Pero el equilibrio entre decir demasiado poco y decir demasiado es, en este caso, fino como un cabello. Y que funcione para la mayoría de los lectores es un mérito.

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    1. Lo del bien y el mal no lo vi, y creo que se pueden poner más pegas que la inverosimilitud. De todas formas, me parece muy interesante todo lo que has comentado.

      Un saludo

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