15 de julio de 2013

Frost

Helada de Thomas Bernhard.

Primera novela del maestro. Obsesión y muerte y discurso psicológico y filosófico. El narrador en primera persona es enviado a un pueblo (tan fresquito como Burgos) para observar a un pintor y éste se va abriendo poco a poco con diversos comentarios y reflexiones. Narrativa en la que hay un narrador en primera persona y se van incluyendo frases del personaje observado. Es un buen libro, si bien el estilo no fluye tanto como en sus obras posteriores y puede resultar algo cansino para el que no valore las ideas del autor. También falta cierta nitidez, se dispersa demasiado, aunque es algo voluntario ya que se menciona en el texto la imposibilidad de retratar completamente a una persona (la identidad de un individuo sólo puede ser observada y analizada en fragmentos, pues los comentarios y las acciones aisladas no llegan a las profundidades de la personalidad). Una vez más, la naturaleza se erige como algo inevitable que subyuga al ser humano y las palabras se muestran incapaces de describir con claridad el dibujo.

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