Blanco nocturno de Ricardo Piglia.
Pocas páginas duré. Juzguen ustedes: "bailaba muy bien
la plena en los salones dominicanos del Harlem hispano de Manhattan, Durán
entró de animador en el Pelusa Dancing, un café danzante de la calle 122 East a
mediados de los años sesenta, cuando recién había cumplido los veinte
años". Excusando lo de "café danzante" que quizás sea una
expresión sudamericana o algo así, sobran cifras y nombres propios. Abro al
azar, página 80: "Yoshio", "Croce", "Unzué",
"Calesita", "Souto", "Saldías", "Croce y
Saldías", "Cueto". Todo eso en una sola página, innecesario,
irrelevante.
Abro al azar, página 159: "Huergo", "Croce", "Renzi",
"Hilario Huergo", "Tácito", "Hermanos Rivero",
"Tape Huergo", "Tape Huergo", "Lucifer". Así
hasta el infinito y más allá. Abro al azar, página 250: "Olavarría",
"Lucio", "Lucio", "Larguía", "Lucio",
"Luca", "9.20", "21.20", "Estados
Unidos", "Sofía". Tiene tantas ganas de crear una ficción
verosímil que se hincha a dar nombres propios y números. Error. Cuando
sobrecargas la hoja con elementos que sirven para que la ficción parezca más
real, ésta resulta menos real, porque el esfuerzo del escritor en hacerla
parecer real salta a la vista. Será una especie de tic
que tiene el autor, un irrefrenable gesto del brazo que cada veinte palabras le
obliga a enfatizar el realismo de lo escrito. Por educación y respeto uno
intenta soportar el tic, pero es imposible, acaba imponiéndose y consigue que la lectura sea insostenible. Más allá del realismo que se quiera imprimir, si en cada página menciona a cinco o seis personajes es porque algo falla. La construcción narrativa es defectuosa, un texto nunca obliga a ser repetitivo, esa trampa se la tiende el propio autor a sí mismo, por lo que debería buscar otros caminos.
¿Estilo quizá?
ResponderEliminarLa eterna batalla:
Forma-Contenido.
Estilo-Historia.
En cualquier caso , me parece muy valiente tu apreciación ¡¡Es Piglia!!
Claro, es algo de estilo, he intentado ser más específico.
ResponderEliminarCreo que no hay que sobrevalorar o menospreciar un texto por el nombre que aparezca al lado. Eso puede generar un problema de sugestión y que al final creas que lo que estás leyendo es mejor o peor de lo que realmente es. Intento entrar a cada texto sin prejuicios, quizás por eso me da igual quién sea el autor.
Me parece muy pero que muy bien. Solamente quería alabar tu atrevimiento. Un saludo
ResponderEliminarPero, de verdad, a tí te ha gustado alguna vez algún libro??
ResponderEliminarTe recomiendo cualquiera de Bernhard o alguno de Gaddis o Pynchon, Vonnegut. Kristof, Burroughs, d'Ors, Hrabal, Beckett, Hesse...
EliminarLo que te recomiendo a ti, condón xs, es que te dediques a la lectura de infantiles; acaso así comprendas algún libro y, lo que es más, con un poco de suerte consigas acabarlo... un saludo condón xs
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