Un episodio en la vida del pintor viajero de César Aira.
Quería leer al autor. Busqué por internet cuál era su ópera magna y no lo descubrí porque el colega ha escrito casi 100 novelas. Desconfié. Es imposible que alguien escriba 100 novelas buenas; eso quiere decir que por lo menos la mitad serán normalitas; eso quiere decir que hay veces que este señor escribe por escribir. El ansia. Cogí al azar de la biblioteca. Detrás de ese título mal escogido (tanto por mi fórmula para elegir el libro como por el propio título del mismo) te vas a encontrar ideas de esta índole: "Si era cierto, como decían los budistas, que todo lo existente, hasta una piedra o una hoja seca o un moscardón, había sido antes y volvería a ser después, que todo participaba de un gran ciclo de renacimientos, entonces todo era un hombre, un solo hombre en escalas de tiempo" y continúa "Dado el tiempo suficiente, el universo entero se reintegraba en la forma de un hombre". ¿Cómo que todo era un hombre? ¿El universo entero se reintegra en hombre? ¿Por qué? No se aclara en el texto. Pues eso te vas a encontrar, ideas que suenan muy bien, pero que no tienen sentido. También te vas a encontrar palabras como "diuturnas", "consuetudinario", o frases como "al transponer los paralelos de unas alamedas delgadas, pudieron ver la acción", "los caballos vueltos cabras", etc. Estás avisado. Puede haber algunas migajas de interés cuando aborda la relación entre texto y pintura (aparecen cuadros a todo color en el texto), entre lo dinámico y lo estático (pintor viajero donde viajar es moverse y pintar es hacer estático), pero no acaba de coger peso, se atisba ligeramente lo que quiere decir, pero te deja igual, no supone nada. Reconozco que no conecto para nada con el autor y quiero creer que es culpa mía. Ni el estilo ni las ideas me llegan, y tampoco me gustan las palabras rebuscadas, ni que reparta ideas sin sentido. Supongo que ésta será una obra menor. Intentaré leer alguna de las buenas siempre que esa marabunta de novelas escritas no decida devorarme antes.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 48 minutos
Joder, es que como para elegir entre cien... quizás haya que hacer lo que hizo Tongoy y leerse alguna antología de lo que se suponga son sus mejores relatos.
ResponderEliminarQué tonto eres, condón..!
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