Los inmortales de Manuel Vilas.
En un principio me pareció original (primer capítulo), después me di cuenta de que no era tan novela como esperaba y el texto cayó por sí solo. Una colección de relatos (leí tres completos y hojeé un par de ellos) en los que el autor suelta una retahíla de gilipolleces (o chistes cojonudos, según se mire) ambientados en el futuro. Imaginación nivel amateur, es decir, inventa superficialmente, no inventa un entramado de acciones, analogías, metáforas y significados que se conecten con fuerza a una idea. Da la sensación de que ha escrito lo que se le ha ocurrido en el momento y ya está, da igual, todo vale, somos postmodernos. Se puede ver como algo interesante, ingenioso, atrevido (según reseñas, contraportada, etc.), o como algo infantil, estúpido e inconsistente. Lo siento pero me decanto por lo segundo, el "todo vale" como excusa postmoderna se lo vendes a otro.
Historias patagónicas. Falsa calma, María Sonia Cristoff
Hace 17 horas
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