Empieza bien. El tono está conseguido. El humor suele acertar. Hay varios fallos estructurales en la narración. Concatenaciones erradas. Flotan ideas interesantes. Doppelgängers. Ojo spoilers. Philip de Vries vs Friso de Vos. Profesor de estudios hitlerianos. Referencia al profesor de Ruido de fondo de DeLillo. El autor cuestiona qué es lo que queda de una figura conocida que ha fallecido. ¿Las citas de sus libros que memoriza la gente? ¿Lo que inventan de él sus allegados? ¿Es esto válido para conocer a la persona en profundidad y con precisión? Hay un Hitler en Chile. Hitler Lima. ¿Referencia a Bolaño? Seguramente. Demasiadas referencias literarias. Poco sutil. El mentor de Friso de Vos, Brik, lanza una idea: para estudiar a Hitler, ¿no sería mejor centrarse en la ficción sobre él? ¿No tendríamos "una idea mucho más clara de lo que él significaba, prescindiendo de los límites que imponen los hechos?". Esto es una ficción en la que está incluido Hitler. Cuando de Vries, el escritor de esta obra, se adentra en temas históricos, la novela pierde fuerza. Hacia la mitad todo empieza a volverse más difuso. El hundimiento. El autor empieza a obsesionarse con Hitler y con una serie de detalles históricos que mezcla con piruetas burlescas. Voy perdiendo el interés. Abandono a las 200 páginas. En general, hay muchos ingredientes interesantes (humor, suplantación de identidad, mofas del mundo académico, referencias literarias...), pero el conjunto no está bien definido. Acaba convirtiéndose en un batiburrillo de cosas con algunas decisiones narrativas desatinadas.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 5 horas
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