Empire Falls de Richard Russo.
En esta visita a un pueblo moribundo de Estados Unidos, el narrador y los personajes parece que llevan a cuestas una mochila de piedras (una cada uno), por eso lo que hay en el papel se vuelve tan pesado y el propio libro se convierte en una gran roca gris a la que le habría venido bien un poco de tijera.
Después de 86 páginas abriendo la mano para intentar absorber esta roca, abandono el suplicio y en lugar de alzar los dedos índice y corazón en señal de victoria, me veo obligado a horizontalizarlos para mover el índice hacia el corazón con una cadencia firme y segura que refleje los recortes que podrían haber salvado a este mamotreto.
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 3 horas
Hola,
ResponderEliminarLlevo tiempo queriendo enviarte un simple comentario para decirte que me encantan tus críticas tan "radicales". No se salva casi nadie. :-). Me resultan interesantes a pesar de no compartir tus análisis de muchos de los libros de los que opinas tan negativamente.
He buceado en tu archivo y creo que se libran Handke y Houllebecq y pocos más que ahora no recuerdo.
A pesar de ello, lees muchísimo (cierto es que muchos libros los abandonas). Y como dices, lees todo lo que cae en tus manos. Me llama la atención que a pesar del elevado número de valoraciones negativas, sigas manteniendo intacta la curiosidad lectora en tan amplia tipología de libros.
Simplemente quería comentarte mis impresiones y agradecerte tus críticas.
Y si puedes darme pistas de otros escritores que se salvan de tu hoguera pues gracias también.
Un saludo.
Hola JJJ.
EliminarGracias por el comentario y disculpa que no te haya contestado antes, no lo había visto.
Quien dice "críticas radicales" puede decir "críticas honestas". Mi objetivo no es la pataleta irracional, sino la honestidad conmigo mismo y con los pocos que leen este blog. Creo que la honestidad es fundamental porque hoy en día es raro encontrarla con asiduidad en la "crítica profesional" o popular, sobre todo porque hay demasiados intereses y bastante miedo a romper la inercia social. Si hubiera más críticos honestos, igual mis críticas no parecerían tan radicales.
La verdad es que no me caso con nadie. Houellebecq tiene obras buenas y malas, igual que Handke (si es que se puede decir que algo es completamente bueno o malo). Es difícil que un escritor lo borde siempre.
Sobre lo de leer tanto y tantas cosas, me pasa un poco como con la comida, me encanta probar todo, de todas partes. De hecho, para mí leer es como comer, más allá del disfrute sensorial, emocional o intelectual, ambas experiencias alimentan mi interior y los diferentes sabores y texturas ensanchan mi percepción. Lo mejor de todo es que leer, gracias a las bibliotecas, es gratis. Tenemos a nuestro alcance un bufé libre gratuito casi todos los días de la semana, me parece increíble.
Recomendaciones... hace poco descubrí a Pedro Mairal (he leído "Una noche con Sabrina Love" y "Maniobras de evasión") y me sorprendió. Es fácil de leer y muy ameno. Parece que se está poniendo de moda en España, cada vez lo veo más en las librerías. Si quieres algo más complejo, siempre recomiendo a Thomas Bernhard. Experimental, masterpiece: "La amante de Wittgenstein" de David Markson (uno de mis favoritos). Algo intermedio de largo recorrido... a bote pronto te diría "Skippy Muere" de Paul Murray, "El nix" de Nathan Hill o "Las correcciones" de Franzen. Distancia corta: "La vegetariana" de Han Kang, "Novela de ajedrez" de Zweig, "El gran cuaderno" de Kristof.
De todas formas, los asteriscos del blog (¿estrellas?), arriba a la derecha, encima de los nombres de los autores, sirven de etiqueta para las obras que me han gustado. Digamos que 5 estrellas = obra maestra, 1 estrella = libro meritorio.
Un saludo.
Perdona el parrafote :P
EliminarMuchas gracias por tu respuesta y las sugerencias. Lo intentaré de nuevo con Las correcciones pues no pude con Libertad.
ResponderEliminarNo me había fijado en los asteriscos!!
Sobre lo del "bufé libre" yo soy más de dejarme aconsejar, como en este caso, e ir a libros concretos debido a la falta de tiempo.
Sí comparto opinión respecto a algunos GRANDES que para mí son tostones o libros difíciles, por muy santificados que estén (Faulkner, Marías), lo cual me tranquiliza.
Sin embargo en otros disiento (Ford, Russo, Muñoz Molina, Updike).
Me atrevo a dedudir que no te gustan los libros muy descriptivos o densos¿?
En cualquier caso, gracias por tus reseñas.
Buenas.
EliminarPara mí, la densidad de un libro la determinan varios factores, no sólo la cantidad o el tamaño de las descripciones. Sí me gustan los libros densos si hablamos de cantidad de ideas, por ejemplo. Pero hay que saber equilibrar. Todo en exceso es malo.
Los estilos excesivamente descriptivos funcionan peor en la actualidad, simplemente porque estamos expuestos a muchos más estímulos que antes (Internet, smartphones, videojuegos, streaming...) y esto desemboca en una relación más apresurada con el tiempo. Hay tantos estímulos que recibir (lecturas, películas, canciones, etc.) que no quiero malgastar el tiempo en una descripción convencional y larga de las que además ya he leído 400 antes en mi vida. A nivel global, la gente que está todo el día en las redes sociales ni siquiera lee, porque prefiere el estímulo instantáneo que le aporta Instagram por ejemplo.
Es evidente que casi todas las narraciones necesitan un mínimo de descripciones, pero el exceso es letal. Sí que hay narraciones en las que una descripción extensa (en David Foster Wallace, Ben Marcus, Paul Murray...) puede tener un efecto cómico o hiperconsciente que aporta más cosas y sí puede ser relevante.
Un saludo.
Me interesa mucho desde hace tiempo esto que comentas sobre los estímulos. Me parece un planteamiento bueno siempre que seas consciente y lo hayas decidido así como es tu caso. Es preocupante en el caso de los más jóvenes y no digamos de los niños sometidos al contínuo estímulo, pues ello puede derivar en múltiples patologías.
ResponderEliminarEsta necesidad de estímulos contínua se refleja en todo: series, películas, viajes, y en general toda forma de ocio.
Más preocupante aun es el efecto que genera en cuanto a incapacidad para concentrarse en una actividad exigente durante cierto tiempo: desde trabajar hasta estudiar.
Curioso mundo este en que además se impulsa una vida slow.
En fin, como ves, muchas ideas al hilo de tu respuesta que no es necesario que me contestes pues hacemos de esto un hilo infinito. :-)
Muchas gracias por tu blog y reflexiones.
Hola JJJ, disculpa la tardanza en contestar.
EliminarEn mi caso, soy consciente de que teniendo una lista de unos 500 libros por leer (+ otras inquietudes literarias, cinematográficas, musicales...), no voy a gastar mi tiempo en un libro que en las 50/100 primeras páginas me resulta anodino. No es tanto por las redes, internet o el móvil (no les dedico tiempo) como por el nivel de acceso que tenemos a las cosas. Hay mucha competencia en general, pero también cultural.
Los chavales están enganchados en parte porque hay mecanismos que les enganchan, una especie de tabaco moderno donde la nicotina es el entretenimiento inmediato y la ilusión de conexión social. Obviamente, va a causar falta de atención, empeoramiento de la memoria, perjuicios para la vista y muchas cosas más. Y eso va a afectar a cómo se desempeñan los diferentes trabajos en el futuro. Probablemente haya una bajada en la calidad del servicio humano, pero se compensará con tecnología.
Creo que se impulsa la vida slow porque siempre hay fuerzas mercadotécnicas en todas direcciones. Aunque en ese caso, hay muchos estudios que demuestran que el estrés es malo para la salud y la vida tranquila es mejor. Soy arduo defensor de la vida sin estrés, sin la búsqueda constante de más dinero y de estatus laboral y social. Suena a cliché, pero para ser feliz hay que saber disfrutar las cosas pequeñas y tener capacidad contemplativa.
Gracias a ti por impulsar las ideas, yo encantado.
Un saludo.
Una aportación por si quieres probar:
ResponderEliminarComo escritores echo en falta a Luis Landero, Leopoldo Padura (El hombre que amaba a los perros y los 4 primeros libros de Mario Conde) y a Juan Marsé.
Saludos.
Apuntados.
EliminarGracias.