Jamás el fuego nunca de Diamela Eltit.
La autora conecta conceptualmente una célula activista con las células del cuerpo a través de una narración intimista sobre una pareja y un grupo político. Las palabras de Eltit se enredan tanto como los cuerpos de los personajes entre las sábanas y la ambigüedad campa a sus anchas, dando como resultado una cacofonía con algo de estilo pero difícilmente disfrutable. Esperaba más después de leer Fuerzas especiales (comentada aquí).
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 3 horas
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