Kanada de Juan Gómez Bárcena.
La verdad es que esperaba bastante más de esta novela, ya que vi potencial en las dos anteriores del autor, pero me he llevado una decepción. Sigo viendo los mismos defectos y muy poca mejoría, hasta me atrevería a decir que sus dos primeras novelas funcionan mejor. No llegué ni a la mitad.
La verdad es que esperaba bastante más de esta novela, ya que vi potencial en las dos anteriores del autor, pero me he llevado una decepción. Sigo viendo los mismos defectos y muy poca mejoría, hasta me atrevería a decir que sus dos primeras novelas funcionan mejor. No llegué ni a la mitad.
Kanada parece que está escrita de forma protocolaria, esto es, como si siguiera la fórmula apropiada, correcta e inofensiva que se le exige a un escritor para que su libro sea publicable. La sensación es que todo va por raíles, no hay volantazos, no hay riqueza, no hay cambios de dirección, y eso lo notan los párpados del lector. Es como el piso piloto que no tiene alma o como los zapatos del escaparate que nadie se ha puesto y en los que casi se puede percibir el olor a fábrica.
*Hace años quedé una vez en persona con Juan y es un tipo muy agradable, pero a la hora de valorar sus libros tengo que ser objetivo e imparcial, si no no tendría sentido este blog. Es una exigencia personal y una forma de ser justo con la literatura y con todos los autores.
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