Personajes en un paisaje de infancia de Bohumil Hrabal.
Historia sobre una fábrica de cerveza que deseché después de 50 páginas, no por la borrachera, sino más bien por lo contrario: exceso de sobriedad. Y con esto no quiero decir que sea una novela sobria, sino que no embriaga. El texto no tiene una dirección clara (de ahí que carezca de impulso narrativo), los personajes no despiertan ningún interés y sus esfuerzos cómicos no llegan a buen puerto. Sin alcohol y sin gracia (y eso que apenas bebo).
Rubem Fonseca: El salvaje de la ópera
Hace 4 horas
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