Unas 70 páginas aguanté mama, menudo mamartirio, una novela cuya única peculiaridad es que está escrita en un "inglés roto" salido de la cabeza de una joven de Nigeria con poca educación, pero es una peculiaridad cuestionable, ya que hay algunas inconsistencias lingüísticas que acaban haciendo que el recurso sea poco convincente mama.
Cuenta la historia inusual, poco convencional y jamás vista de una joven nigeriana (la chica de la voz potente) que en lugar de poder dedicarse a estudiar es vendida por su padre en matrimonio, los dineros mama. Y así la injusticia está servida. Previsiblemente, este hombre tiene más mujeres, es machista y las trata mal. Todo en orden, las cosas en su sitio mama. Y la protagonista llora cada cuatro o cinco páginas, porque la escritora no debe tener otro recurso para reflejar su tristeza.
La prosa parece imitar la simpleza, que no la simplicidad, de las novelas más cutres que se pueden encontrar en los aeropuertos. Viajar es algo que le recomendaría a Abi Daré, aunque fuera sin salir de casa, tan sólo leyendo buenos libros mama. Claro mama, para que expandiera su percepción. En la historia imperan la previsibilidad y la superficialidad; no imperan la inteligencia y la profundidad. Aunque pensándolo mejor, quizá la autora haya leído muchos libros de origen aeroportuario y actualmente se dedica a replicarlos para sacarse dineros mama.
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