11 de noviembre de 2021

Lector en fuga

Piezas en fuga
de Anne Michaels.

En general, salvo que ya haya leído algo del autor antes o me parezca una labor imprescindible, suelo evitar la información extraliteraria sobre el escritor o escritora en cuestión para que no coloree mi lectura. Aquí a las 60 páginas empecé a dudar de lo que estaba leyendo y la solapa de la edición de Alfaguara me reveló que Anne Michaels había publicado dos libros de poesía y esta era su primera novela. ¡Eureka! Y a las 74 páginas dejé la "novela".

Resulta evidente que es un texto en el que hay muchos destellos poéticos, tan hermosos como evocadores, pero estos no están bien integrados en una historia que ya de por sí no es nada compacta. Aunque la premisa es interesante, hay demasiado descontrol conceptual, demasiada dispersión temática y demasiadas aspiraciones poéticas. Y lo que no hay son incidentes emocionantes y un desarrollo de personajes aceptable.

Da la sensación de que el formato de novela no se sostiene, principalmente porque parece una excusa para introducir fragmentos líricos entre líneas. El enfoque creativo de Anne Michaels se acerca más a la poesía que a la ficción y esto perjudica bastante al conjunto. La autora quiere incrustar sus vuelos poéticos en una estructura novelística, pero no sabe manejar la dimensión narrativa.

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