Esto me lo recomendó allá por 2015 una profesora de la universidad que supuestamente era experta en literatura francesa. Entro al libro en 2021 habiendo visto la horripilante película que está disponible en Filmin y con mi mujer de fondo diciéndome que no merece la pena. Y yo en mi tozudez lo intento leer y con mi tozudez caigo en la página 41.
No niego que todo ese ruido que antecede a la lectura puede contaminar mi percepción, pero aquí Maylis de Kerangal, haciendo honor al "reparar" del título, se ha puesto el mono del taller y ha empezado a tocar engranajes, pistones y bujías como si de una fábrica de ensamblar textos se tratara. Como consecuencia, la historia le llega al lector de una manera excesivamente distante, con una prosa fría y mecánica que impide conectar con los sucesos y los personajes. Creo que el tratamiento debería ser más íntimo, surgiendo más del corazón que de una mente que parece que está arreglando el cárter de un coche.
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