2 de febrero de 2016

Nadimir Vlabokov

Pálido fuego de Vladimir Nabokov.

150 páginas... estuve a punto de acabarlo. Sensación final contradictoria. Muy interesante que las capas que habitualmente son externas al texto, o extraliterarias, (prólogo, comentario crítico, índice...) conformen el texto. Más interesante todavía es ese cuestionamiento acerca de las fronteras entre lo literario y lo académico, y las cuestiones sobre interpretación. Nos encontramos un comentario crítico sobre un texto, pero este comentario es a su vez literario, es decir, un análisis académico sobre literatura que a su vez es literatura. Al mismo tiempo, se muestra la interpretación personal del académico (gran parte de su interpretación es evidentemente subjetiva), además de que nos encontramos con un comentario crítico repleto de errores ortográficos, palabras inventadas o mal deletreadas, nombres de insectos y animales que no existen, etc., como remarcando la falta de rigurosidad del académico en cuestión. Preguntas pertinentes: ¿hasta qué punto es el crítico el que da sentido a la obra, o incluso el que la crea con su interpretación? ¿El crítico es capaz de ser objetivo? ¿Hay que fiarse del crítico y el académico o estos también están haciendo literatura? Aquí se plantean cuestiones muy relacionadas con la crisis hermenéutica y el postestructuralismo. Siguiendo esta línea de pensamiento, se presenta la dificultad de llegar a una interpretación válida, objetiva, puesto que todo texto puede llevar a múltiples interpretaciones. Podríamos hablar del crítico que interpreta el texto a su antojo y, en este caso, que quiere apropiarse del genio o pertenecer a ese halo mágico de la literatura (el académico que incapaz de crear un texto, lo interpreta como si le perteneciera, como si fuera suyo, como si su vida estuviera expuesta en esas palabras). Obviamente, el simple hecho de que se mencione que la persona que hace el comentario ha añadido notas al poema ya nos está hablando de una interpretación subjetiva, incluso de cierto constructivismo (solapa el proceso interpretativo con el creativo). La nota negativa de la obra es que me parece que hay mucho relleno en el "commentary", que si Zembla, que si el rey... obviamente habrá mucho de autobiográfico en todo eso, pero me deja bastante frío, me falta algo que me enganche en el proceso de lectura, más allá de la brillantez de la idea.

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