Lancha rápida de Renata Adler.
37 páginas y a descansar. Acumulación de párrafos inconexos
sobre sucesos nimios. Las calles de Nueva York, un vuelo a Oakland, Renata se
tira un pedo en un taxi, al vecino de arriba le han puesto los cuernos, un
botón, una aguja, una tela, me pongo a coser frases y sale esto. Aburrimiento versus banalidad. Cogemos
Manhattan Transfer, copiamos la idea, metemos
cualquier acontecimiento sin importancia de nuestra vida y a esperar los frutos. Ya se
encargará alguien de decir que cada suceso banal resalta el valor de las
pequeñas cosas y qué mosaico tan bonito de Nueva York y de la vida de Renata y cómo
el preciosismo de la conjunción del macrocosmos y el microcosmos a través de
las pequeñas píldoras de información nos hace temblarblarbla...
si sucede en Nueva York es superrelevante.
ResponderEliminarHooombre, si lo ambientas en Albacete no es lo mismo.
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