El origen de Thomas Bernhard.
La obsesión, siempre cerca, omnipresente, en un tejido
teñido de biografía, desde el primer momento, y puñales a la educación y la
sociedad austriacas, Salzburgo concretamente, aunque quizás faltan ideas, un
más allá de, pero como relato humano, con un mínimo de complejidad formal, la
obsesión, siempre cerca, reiterativa, una y otra vez, recuerdos del internado y
de la infancia donde el nacionalsocialismo y el cristianismo son gemelos, sin
olvidar las agonías educativas, y es que las escuelas y los institutos no hacen más que
mutilarnos, destruirnos, aniquilarnos, y no hay remedio, y la aniquilación que
perpetran las autoridades que se encargan de obligar a los niños a tener una
educación en la que, insisto, no hacen más que eliminar al ser humano que
llevamos dentro, con la dificultad que eso conlleva a la hora de reencontrarse con
uno mismo, es considerable e inadmisible, pues nadie tiene el derecho de aniquilar
la naturaleza del ser humano.
Cuando haces algo, hazlo siempre con un alto nivel de entusiasmo y de todo corazón. buena suerte
ResponderEliminarHábitos como quejarse sólo gastar tiempo y energía. No va a cambiar a ti mismo para mejor
ResponderEliminar"...nadie tiene el derecho de aniquilar la naturaleza del ser humano." ¿Qué naturaleza del ser humano? Pregunto, nomás.
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