Los vagabundos del Dharma de Jack Kerouac.
Juergas y epifanías de un vagabundo llamado Ray (Jack). El
texto es un canto a la libertad, una oda a la espiritualidad, vayamos a dormir
al bosque o escalemos una montaña o viajemos sin destino haciendo autostop, no
importa, lo principal es conectar con el entorno y así rasgar nuestra piel para
que el esqueleto espiritual salga a flote. Muchas ideas están impregnadas de
budismo y zen (¿budismo zen?), principalmente, con mis palabras: la consciencia
de la muerte y el absurdo de existir se combaten con la iluminación, y ésta
llega restando importancia a la existencia y conectando con la naturaleza, lo
que nos permite sentirnos libres y romper con las ataduras que impone el
sistema, como por ejemplo, la tendencia a producir para consumir. Sí es cierto
que hay reflexiones que resultan algo confusas, que no van en la misma dirección
que la idea principal, y a veces el autor peca de ser un poco "místico de
rastrillo", metiendo nombres raros sin explicar, como si el simple hecho de
mencionar algo sagrado le diera un toque mágico al texto. Hay reflexiones interesantes
sobre la realidad (¿todo es un sueño?, ¿la realidad la construye nuestra mente?,
¿somos vacío?) y sobre la imposibilidad de enseñar una verdad indudable al
resto de seres vivos. Creo que la percepción de Jack sobre la espiritualidad,
en su gran mayoría, es muy acertada. Unas pocas ideas más: el silencio es
sinónimo de sabiduría, primero hay que domar la mente para luego dejarla de
lado, todos estamos hechos de la misma sustancia, lo dionisíaco como exaltación
de la vida, etc. Gran libro que quizás, literariamente hablando, no sea gran
cosa, puesto que el estilo es muy espontáneo y muestra muy poca preocupación
lingüística, sin embargo, sin esa naturalidad perdería toda su fuerza. Es ese
estilo espontáneo el que transmite cercanía y veracidad y consigue que el
mensaje de Jack impacte por dentro.
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