Narra Caín. Adán y Eva son papá y mamá. Distorsión. Caín y
Abel homosexuales. Surrealismo. Mundos superpuestos y/o saltos temporales. Extensión
y reescritura de las Escrituras. Humor cojonudo. Prosa exquisita. Originalidad.
Narra Caín, desde sus viajes por el desierto a.C. hasta sus andanzas como
saxofonista en Nueva York. La evolución del personaje está muy bien tratada y
las superposiciones temporales acompañan a la perfección y suceden de manera
muy suave. "El rabo de la mona es la esencia", es decir, el equilibrio entre
presente, pasado y futuro, en referencia a la historia de la humanidad, a nuestra
vida cotidiana o a la narración. La superposición temporal potencia la idea de
que, aunque no lo hayamos vivido, todos llevamos el paraíso (el pasado) en nuestra memoria.
¿Nueva York es el nuevo paraíso? En la modernidad la gente celebra la muerte de Abel y le pide
autógrafos a Caín, "patrón de todos los asesinos", el primer asesino de la
historia. En Nueva York a Caín se le aparece un perro (símbolo de Cerbero) y metafóricamente
le muestra las diferentes vías hacia el paraíso: iglesia (religión), joyería
(riqueza), comisaría (justicia), alcantarillas (pobreza), remarcando ésta
última por la capacidad de sus habitantes de olvidar lo que hay arriba. El can
simboliza lo opuesto a Cerbero, pues si éste originariamente guarda las puertas
de acceso al infierno, aquí guarda las del paraíso, por lo que Caín se
encuentra en el infierno. Casi al final del libro aparece una frase que
confirma lo dicho: "Tu propio yo es tu Caín que asesina a Abel. Si no has visto
al diablo, mira a tu propio yo. Sólo el yo arde en el infierno". Caín defiende
el placer de olvidar, "la dicha consiste en esa sensación de no haber vivido", y
describe la felicidad como una "sensación de una belleza que está en la memoria
y uno ya no recuerda", exactamente igual que nuestra sensación acerca del
paraíso. Eva antes de morir le dice a Caín que "no vuelva el rostro al pasado;
la vida consiste en huir detrás de un sueño que no existe". Porque si volvemos
la vista atrás nos damos cuenta de que nos echaron del paraíso y de que vivimos
en el infierno. Cada recuerdo, cada anhelo, cada destello melancólico tiene su
esencia en la pérdida del paraíso. La muerte de Abel es algo metafórico porque
supone que éste sale de la memoria de Caín (y de la memoria colectiva, de ahí que le pidan autógrafos en la era moderna). En definitiva, todos somos Caín y
matamos a Abel cada día para olvidar la belleza del pasado y así poder recuperar
el paraíso en el ahora.
Gregorio Muro Harriet & Daniel Redondo: La marca de la bruja
Hace 8 minutos
Muy buena interpretación, Condon.
ResponderEliminarSaludos
Gracias. En un par de días espero empezar "Bel Ami", lo tengo aquí al lado.
EliminarCondon.
ResponderEliminarCuidado ¡que te estas acercando, peligrosamente al diablo! A Vincent Diable, quiero decir. Si la Ire se decide, por fín, que ya va siendo hora, a abrir un blog, y se pone en plan "fisno", estoy más que convencido que el orfidal termina por caducarme en la mesilla de noche ¿O no pipiolos? ;-)
Estaría bien ese blog...
EliminarBueno, pipiolo el presente, Ire no sé.
Bueno, yo del 78, o sea que pipiola, pipiola ya no sería...
ResponderEliminarSe agradece la confianza, pero de momento me gusta más ir invitada a casa de los amigos ; ) aunque si eso, seréis los primeros invitados a la inauguración.
A ver ese Maupassant.
Saludos
Tienes una edad cojonuda, Ire. En la sazón de tu feminidad, que diría un libertino, como yo, dándoselas de etéreo.
EliminarLo de Maupassant, al que otorgas tratamiento de patatas bravas ¡A ver ese Maupassant! ¡A ver esas bravas... si van marchando! me temo que, a nuestro querido Cumb, va a parecerle que le falta chicha. Y... tal vez sea así, pero es... ¡tan divertida! ;-)
No, si no me quejo : )
EliminarJajaja, sí, esa era la intención. Ya veo la reseña de Cumb, pero es que a mí me parece una delicia : ) Y lo cierto es que con el Caín este, alegórica y difícil de cojones, se ha salido más que bien.
Interesante reseña. Gracias
ResponderEliminarUn día dijo Dios, con su voz de Dios
ResponderEliminar-Caín, ¿dónde está tu hermano?
Y éste respondió
-Te daré una pista, Señor. Se ha reducio el 25% de la población mundial
Me hubiera gustado mucho leer este comentario hace años, cuando leí esta novela. Disfruté con ella, con el lenguaje, la originalidad, el desparpajo, la iconoclastia, los símbolos... pero está llena de claves que me costó mucho descifrar, tú pareces haberlo visto mucho más claro. Seguramente, además, la leí demasiado deprisa.
ResponderEliminarLuego se la presté a una compañera de trabajo que insistió e insistió, aunque le dije que no le iba a gustar nada, y me miró raro desde entonces ;)