19 de mayo de 2013

Fracmentariedad

Intente usar otras palabras de Germán Sierra.

Aquí hay potencial, sé que el hombre es mayorcete, pero hay potencial, no lo digo con maldad. Creo que su prosa es de las mejores que se pueden encontrar en el panorama nacional, sin embargo, no creo que estemos ante una gran novela. Lo más notable es la prosa y las reflexiones que de vez en cuando van apareciendo. Hay destellos de gran narrador, buenas frases, imágenes interesantes y las ideas acerca de la sociedad actual están bien, aunque otras veces las frases pecan de rimbombancia o de oscuridad, de querer llegar a donde no pueden, y las ideas no acaban de concretar un mensaje claro, como si las enunciara individualmente sin conectarlas. La deficiencia principal de esta novela es la dispersión y la incapacidad de mantener la intensidad de la trama. Falta un hilo ideológico bien definido, el puñetazo conceptual que retumba en las neuronas, el mensaje que te apuñala y te deja tembloroso en el sitio, así como una trama más potente. Cuando sobrepasas la página 200 uno pierde el interés, sabes que no vas a ninguna parte. Demasiadas ideas sueltas quizás, demasiada fragmentación, el texto no llega a ser compacto y por ello pierde solidez. La dispersión puede ser voluntaria, pero no creo que en este caso funcione, el desarrollo no es del todo bueno, está demasiado cerca de lo borroso. Creo que es una novela interesante porque busca desmarcarse de la literatura convencional, busca nuevos puntos de vista y tiene detalles y reflexiones a tener en cuenta, pero se queda ahí.

2 comentarios:

  1. Este blog da asco. Si quieres leer algo bueno lee a Jorge Carrión, tontito.

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  2. Gracias por la recomendación, ya estaba en mi lista.

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