El cojo y el loco de Jaime Bayly.
Lo alejé rápidamente de mí al llegar a la mitad, Cronos me dio un toque de atención. El ritmo es bueno, el contenido es nefasto. ¿El daño que pueden causar los padres a un hijo? Eso ya lo sabemos, qué me quieres contar. La profundidad es inexistente. ¿Realismo sucio, contundente, brutal? Como quieras, te lees a Bukowski y sobra. Lo resumiría como lluvia dorada en la cara del lector donde las gotas, palabras tipo semen, polla, paja, culear... se repiten constantemente. Y a uno no le gusta que se le meen encima.
Historias patagónicas. Falsa calma, María Sonia Cristoff
Hace 17 horas
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