7 de marzo de 2012

Wyatt Gwyon

Los reconocimientos de William Gaddis.

Más de 1000 páginas. Hay que echarle horas pero eso sí, encontrarás una prosa de lo mejorcito que hay. Por ponerle algún pero, hay algún trozo que es un poco aburrido y alguna frase que otra está excesivamente recargada, pero por lo general es una obra muy buena. La estructura es muy interesante, el texto es una especie de río, que nace en un pintor que copia cuadros, y luego va fluyendo en otros personajes. Interpretaciones tiene muchas, aquí dejo mi opinión.

Algunas ideas que están sutilmente conectadas en la obra:

1. Según la concepción religiosa, el gran autor de todo es dios. Gaddis juega a ser dios intentando crear una obra que aparentemente está inconexa en muchos tramos, pero que presumiblemente sigue un plan. Realmente, no está claro que haya un plan detrás de todo, lo que sí está claro es el caos (tanto en la vida como en el texto). En este sentido, creo que Gaddis nos está diciendo que nuestro ansia de orden nos hace creer en un dios que lo tenga todo planeado. Así, sabiendo nosotros que el texto tiene un autor, creemos que el texto está construido bajo un plan maestro cuando puede que no sea así. El ansia de orden surge por culpa del "horror vacui". Este miedo al vacío hizo que surgieran el barroco y el rococó, estilos que recargaban con detalles toda la superficie de una obra de arte. Un miedo al vacío que podría ser entendido como miedo a la nada o a la ausencia de dios. Gaddis crea una obra vastísima y llena de detalles con el fin de imitar esos estilos y así contrarrestar ese miedo al vacío, es decir, ese miedo a la falta de autor y a la ausencia de vida, porque ¿la ausencia de autor es ausencia de vida? Esto nos lleva a la segunda idea...

2. El autor no es autor cuando lo que crea no es auténtico sino una copia ¿o sí es autor? Entra en juego la idea de que los pintores copiaban lo que veían para hacer sus cuadros. A su vez, uno de los personajes copia cuadros porque es incapaz de terminar su obra ya que terminar una obra supone matarla. La obra está viva mientras haya una relación entre el autor y la obra. Cuando el autor acaba la obra, esta relación desaparece y ambos mueren ¿o no? Gaddis discute la conexión que hay entre el autor y la vida de la obra, y cómo nuestra percepción nos dice que es imposible que la obra tenga vida sin autor. Obviamente, él trata de que su obra tenga vida independientemente de que él sea el autor. Esto puede ser interpretado a nivel religioso, cuestionando la incapacidad de nuestra mente para concebir un universo sin creador.

3. Gaddis copia el estilo barroco, copia frases de otros, ideas de otros... de esta forma nos pregunta sobre su propia originalidad. Creo que es una perspectiva muy profética del arte, ya que hoy en día vemos millones de modificaciones sobre obras de otros: remixes, collages, versiones, ediciones, etc., y no sabríamos definir el grado de originalidad.

4. En el texto, el nombre del autor es usado para que el precio de un cuadro suba. Es decir, la obra no es valorada según lo que es en sí misma sino según el autor. Si vemos la vida como la gran obra de dios, podríamos preguntarnos si Gaddis nos está diciendo que la vida no es valorada por lo que es en sí misma sino porque es creación de dios. Sencillo, si la vida la ha creado alguien, vale más.

5. También encontramos una crítica al materialismo de la sociedad a nivel más terrenal. Cuadros creados originariamente con fines espirituales y artísticos, acaban siendo objetos para ganar dinero. El arte pierde su verdadero valor y empieza a ser un producto de mercado. Hay una parte en la que un personaje es detenido por irse con una prostituta. Sin embargo, podríamos decir que las vírgenes de los cuadros que se transforman en productos es como si se prostituyesen pero no pasa nada. Es decir, para la sociedad irse de putas está mal pero prostituir el arte no.

6. ¿Cuál es la diferencia entre falsificar un billete de 50 euros y falsificar un cuadro, si el objetivo final es obtener beneficio económico? Simplemente, que un cuadro tiene un valor original espiritual-artístico y un billete tiene un valor original material. Al falsificar un cuadro se está corrompiendo el objetivo inicial y su valor original, es decir, el valor espiritual muere en favor del valor material. La corrupción y mercantilización del arte.

7. Antes de adorar a un dios cercano a lo humano, las civilizaciones adoraban al sol. La religión moderna copió el sol de otras religiones y lo hizo su dios. Así, el ser humano hizo a dios a su imagen y semejanza, ya que necesitaba que hubiera un autor con un plan que los alejara del vacío y la nada.

8. Reconocer es volver a conocer o identificar algo que ya conocías. El valor de los cuadros de los pintores antiguos dependía de su capacidad para permitir al espectador reconocer la realidad. La obra de Gaddis destaca por su capacidad para permitirnos reconocer la vida.

9. Gaddis no intenta ser un dios en el sentido moderno, intenta ser el sol y que la vida de su novela viva y fluya por sí misma, sin necesidad de reconocerle como autor.

OBRA MAESTRA IMPRESCINDIBLE

2 comentarios:

  1. Gaddis es un escritor fuera de clasificaciones y por supuesto, "Los reconocimientos" también, acabo de leer tu crítica y está claro que te ha impresionado, la verdad que a mí me ha sobrecogido, hay tanta "originalidad" en esta obra que pocas narraciones se ponen a su altura (De hecho tuve que leer a Bolaño tras la de Gaddis para no llevarme un sopapo literario). Como gran obra que es, yo he leído otra novela y es que si en algo se caracterizan este tipo de narraciones, es que cada lector la interpreta a su manera. ¿Concesiones al lector por parte de Gaddis? Ni una. Los lectores debemos esforzarnos por entender el ritmo de lectura profundo y a veces caótico de su estilo. Gaddis busca la total atención del lector y lo consigue, como si no comprender esos giros y esas citas tan erúditas que pone en sus personajes "originales" y que son copiados por sus personajes "NO originales" pero que la sociedad los acepta sin saber que son burdas copias. Quisiera extenderme en la crítica de esta novela pero debería ensayar lo que diga de ella sin parecer poco original. Si, la he vuelto a leer, y he disfruto más que en su primera lectura. Que grande es Gaddis, menos mal que no soy escritor, me replantearía mi oficio hasta que no me salieran los colores leyendo a Gaddis. Acabo de leer Gótico carpintero. Podría perfectamente ser un capítulo de Los reconocimientos. Quizá le falto originalidad....Adios

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario (soy el autor del blog).

      Totalmente de acuerdo. Gaddis es el dios de la literatura postmoderna y posiblemente el autor más infravalorado y poco reconocido (curioso término) de la historia. Una pena.

      El problema es que después de leer a Gaddis coges cualquier novela actual y se te cae en las primeras páginas.

      Lo mejor de todo es que sus ideas están muy vigentes en la sociedad actual. Todo el tema de la copia, el plagio, la originalidad... Lectura obligatoria para cualquier lector serio.

      Un saludo.

      Eliminar