23 de septiembre de 2008

Bricolibro

El hombre que miraba pasar los trenes de Georges Simenon.

Sencillo y para toda la familia. Es una lectura ligera, se puede leer del tirón y es entretenido. Por una serie de sucesos el personaje principal se ve escapando de la ley. Literariamente hablando no tiene nada espectacular, no hay magia ni efectos especiales pero se deja leer. Sí, no, la mató él pero fue sin querer... me quieren engañar, sí, no... están confundidos conmigo, eso no es así, etc. Hay una especie de disociación entre lo que es verdad y lo que se supone (aunque dicho así parece la hostia y no lo es tanto). Creo que el autor podría haber tratado con algo más de intensidad el contenido, a la conclusión final le falta un hervor, más o menos dice así: ¿existe la verdad?

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