Obra autobiográfica sobre lo zopenco que era Pennac y lo bien que acabó el asunto.
Primera mitad más estimulante que la segunda, pero todo correcto, no hay queja.
Me parece interesante cómo el propio autor cuestiona la influencia de su entorno en sus malos resultados en la escuela. Cómo era posible que le fuera tan mal si sus hermanos eran buenos estudiantes y sus padres tenían mucha cultura (libros en casa, música clásica, conversaciones con miga, etc.).
Resulta que al final él acabó siendo profesor. Su trayectoria vital (de zoquete a profesor) ilumina al texto.
Pennac cuenta que fue mal estudiante y que parecía que no tenía futuro. Ante esto afirma que hay muchos chicos que están convencidos de que no van a llegar a nada "y si no encuentran a nadie que los desengañe, como no pueden vivir sin pasión, desarrollan, a falta de algo mejor, la pasión del fracaso".
Me parece interesante cómo el propio autor cuestiona la influencia de su entorno en sus malos resultados en la escuela. Cómo era posible que le fuera tan mal si sus hermanos eran buenos estudiantes y sus padres tenían mucha cultura (libros en casa, música clásica, conversaciones con miga, etc.).
Resulta que al final él acabó siendo profesor. Su trayectoria vital (de zoquete a profesor) ilumina al texto.
Pennac cuenta que fue mal estudiante y que parecía que no tenía futuro. Ante esto afirma que hay muchos chicos que están convencidos de que no van a llegar a nada "y si no encuentran a nadie que los desengañe, como no pueden vivir sin pasión, desarrollan, a falta de algo mejor, la pasión del fracaso".
También critica que se condene a todos los chavales de los barrios pobres y añade: "en la sociedad donde vivimos, un adolescente instalado en la convicción de su nulidad [...] es una presa".
Pennac asegura que salió adelante gracias a unos pocos profesores: "basta un profesor [...] para salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar a todos los demás".
Desde su experiencia de profesor, me quedo con su crítica a cómo el marketing hace que la identidad de los jóvenes dependa de los objetos y las marcas.
Pennac asegura que salió adelante gracias a unos pocos profesores: "basta un profesor [...] para salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar a todos los demás".
Desde su experiencia de profesor, me quedo con su crítica a cómo el marketing hace que la identidad de los jóvenes dependa de los objetos y las marcas.
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