28 de noviembre de 2013

Plof

El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vásquez.

Lo más destacable es la prosa, escribe bien. Lo más detestable es la cantidad de información irrelevante que suministra, en más de 250 páginas de libro pasan muy pocas cosas. Ejemplo de irrelevancia: "Elaine trabajó hasta cuando ya no pudo más. Su vientre creció más de lo esperado en los primeros meses, pero, aparte del cansancio violento que la obligaba a hacer siestas largas antes del mediodía, el embarazo no modificó sus rutinas". ¿Qué le importa al lector "el cansancio violento que la obligaba a hacer siestas largas antes del mediodía"? Por un lado, esos detalles intrascendentes ayudan a que el texto avance; por otro lado, esas partículas vacías de contenido también tratan de construir una ficción verosímil. Así que podríamos decir que tanto la forma de mover la narración como las ganas de consolidar su realismo transforman el texto en algo aburrido y más insustancial de lo que debería. Sobran datos innecesarios. Aparte de eso, creo que se centra demasiado en lo humano, se preocupa mucho por desarrollar los personajes, sus relaciones y sus historias, y faltan colores, acción, emoción, no es entretenido. Diría que se ha centrado en construir el edificio sin tener en cuenta a los usuarios que lo habitan. Para terminar, añadir que hay algunas pinceladas pseudofilosóficas tipo "La experiencia, eso que llamamos experiencia, no es el inventario de nuestros dolores, sino la simpatía aprendida hacia los dolores ajenos" (filosofía vaga con pretensiones de profundidad), y que algunas situaciones de la trama son previsibles. Ahora que lo pienso, acabé de leer el libro hace poco y ya no me acuerdo de nada. Eso no es buena señal.

2 comentarios:

  1. Pues sí, la verdad, muy buena señal no es. Yo, cuando acabo un libro que me ha gustado, me paso varios días pensando en él, en su argumento, en su final.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marian, seguro que te encantaría Corín Tellado.

      Eliminar